AUTOESTIMA
La adolescencia es el periodo clave en el desarrollo de la autoestima. Es a partir de este momento cuando el individuo empieza a ser independiente y a moldear su identidad. Para que esto suceda adecuadamente, el adolescente necesitará de una buena autoestima y del apoyo de sus familiares y amigos. En esta edad, la autoestima se genera a partir de la valoración propia sobre los acontecimientos vividos hasta la fecha y sobre las consideraciones de las personas más allegadas.
El adolescente con una buena autoestima está seguro de sí mismo, actúa de manera independiente y sin miedo, asume responsabilidades, afronta nuevos retos, posee más habilidades sociales y es más productivo y competente.
El joven con una baja autoestima es excesivamente crítico consigo mismo, le cuesta aceptar las críticas y las concibe como un ataque, es pesimista y muy perfeccionista, le cuesta tomar decisiones ya que teme equivocarse y desagradar a los de su alrededor y habitualmente se deja llevar por las decisiones de los demás. Esta persona se siente insatisfecha con ella misma y este sentimiento evidentemente va a influir de manera negativa sobre su rendimiento y habilidad social.